Es algo que se sabía y también se callaba. Pero la impunidad tiene fecha de caducidad.
El fallecimiento de una secretaria, saca a la luz historias que confirman que Cataluña es España. También en el ámbito de la bragueta. Queda claro que los ilustres catalanes, también se asemejan a los del Estado al que pertenecen. En este caso los que pagábamos los juegos eróticos, también éramos los contribuyentes.
El articulo de Sostres en ABC, pone luz a otra historia de infidelidades institucionalizadas. ¿Ahora habrá el mismo tratamiento informativo en Cataluña, que con los asuntos de la Casa Real?
Tal vez no. “Els Nostres infidels, son bons infidels”. Tal vez el hecho de que fuera en “La Casa dels Canonges”. Le dé un plus de santidad.