Una ministra que no sabe de leyes con un gobierno que la apoya, piden ahora a los jueces que prevariquen, soslayando la literalidad del texto de sus leyes, para que se ajusten sus resoluciones a la aplicación al espíritu sectario, de los que demuestran no saber de legislar. Y qué además, por su soberbia, se saltan los preceptivos órganos consultivos.
Por todo ello, la Sra. Montero y el resto del consistorio deberían dimitir, por no saber valorar las consecuencias de los textos que aprueban