Todavía no lo han entendido
¿Saben por qué el catalán retrocede en la escuela?
Muy sencillo: Por la inmigración
Pero nadie se atreve a decirlo.
Bueno, de hecho el único que se ha atrevido ha sido el Sr. Trallero en su programa semanal en YouTubue.
En su caso tiene mérito porque, con edad ya de sabio, ni siquiera tiene hijos en la escuela.
Pero los que hemos llevado a nuestros hijos a la escuela pública hace años que lo sabemos.
Porque además ésta se ha convertido en un gueto.
Nuestros políticos -los mismos que defienden a capa y espada la inmersión- llevan sus vástagos a la escuela privada o a la concertada. Y si puede trilingüe a razón de mil euros al mes.
Los ejemplos son múltiples: Mas fue el Liceo Francés, Junqueras al Liceo Italiano. Montilla llevaba las mellizas al Colegio Alemán. Rahola envio su hija a Suiza.
Puedo comentar incluso una anécdota personal: un día le comenté a un consejero de CiU que llevaba a mis hijos a una escuela pública con más de un 50% de inmigración.
Puso unos ojos com taronges y me preguntó tras recuperarse del susto: "¿Y por qué no los llevas a la concertada?".
Además, los alumnos magrebíes y latinoamericanos se comunican en castellano.
Por eso el empeño de la Plataforma per la Llengua -con el visto bueno de nuestras autoridades educativas, mandadas entonces por el conseller Bargalló- de ir espiando patios y recreos.
Ahí el catalanismo de Pujol también cometió un error de bulto. Propiciaron la inmigración magrebí -la primera oficina de la Generalitat se abrió en Casablanca con Àngel Colom al frente- porque pensaron que se pasarían al catalán mientras que los latinos ya tenían el castellano.
¡Craso error! ¡El karma existe!
Pero déjenme decirles otra cosa: si tras más de 40 años de autogobierno el catalán retrocede -o eso dicen- alguna cosa es también que han hecho mal.
No es que corra el peligro de desaparecer como dicen. Desde luego, está muchísimo mejor que tras la muerte de Franco.
Aunque como el proceso ha fracasado necesitan premios de consolación: el 6% del catalán en Netflix -que ni eso- o cerrar el edificio de Jefatura en Vía Layetana.
Pujol, que fue torturado dentro, pasó casi a diario por delante del inmueble y nunca se le ocurrió pedir su cierre.
Detrás de todo subyacen también los deseos del manifiesto koiné -al que se apuntó incluso la ahora presidenta del Parlament: el catalán como única lengua oficial.
En fin, el problema de todo es que han convertido el catalán en antipático. En algunos casos incluso una lengua de odio.
A la familia que pide castellano para su hijo -que me parece lo más normal del mundo para padres castellanoparlantes- hay que apedrearle la casa.
Hace años Carod dijo que había que despolitizar el catalán. Seguramente es lo más inteligente que dijo el líder histórico de ERC. Pero han conseguido exactamente lo contrario.