La Puntita · 21 de Febrero de 2023. 18:08h.

XAVIER RIUS

Director de e-notícies

La geganta

 

De entrada voy a pedir el máximo respeto para presunción de inocencia para Laura Borràs.

Si lo hice para el exdirector de Catalunya Ràdio, Saül Gordillo -fui el primero en hacerlo- por acusaciones menos consistentes razón de más con la todavía presidenta del Parlament en razón de su cargo.

Incluso a pesar de que a ésta le pidan penas de cárcel. Y que las pruebas en su contra se acumulan.

Desde luego Borràs ha puesto su granito de arena -más bien montaña- en toda la causa judicial.

Y, como se sabe, estuvo marenado la perdiz.

Primero se fue a Madrid para retrasar la causa.

Hubo que enviarla al Supremo.

Luego volvió.

Hubo que devolverla al TSJC.

Aún recuerdo sus pimeras declaraciones en el Parlament el 18 de diciembre 2019 cuando estalló el caso: Todo era culpa de las “cloacas del Estado”.

Pero déjenme decir que la responsabilidad no es sólo suya.

Es también de los militantes de Junts que, aquel 29 de noviembre del 2020, la eligieron para encabezar la lista del partido en las elecciones que se avecinaban.

Laura Borràs ganó al entonces conseller de Territori, Damià Calvet, con casi un 76% de los votos.

Pero tampoco era para tirar cohetes: de un censo de 4.500 militantes, votaron unos 3.900.

Ella consguió apenas 3.000 frente a los 799 de Calvet.

A Calvet le dieron un premio de consolación espléndidamente remunerado: la presidencia del Puerto de Barcelona.

Una de las mejores canonjías, por cierto, que hay en Catalunya.

Ya se sabe que el proceso es una agencia de recolocación.

Basta ver qué han nombrado Lluís Salvador en cuanto ha avanzado su causa por malversación, prevaricacion y desobediencia.

Pero los afiliados de Junts eligieron a Borràs a sabiendas de los cargos en contra y que, tarde o temprano, debería rendir cuentas ante la justicia.

En este caso ni siquiera podía alegar delitos políticos relacionados con el procés. No, es presunta corrupción pura y dura.

Luego vinieron las elecciones del 14 de Febrero del 2021.

Si no llegó a presidenta fue gracias a Àngels Chacón, ahora desaparecida en combate.

Fue probablemente el último servicio del PDECAT al país. Aparte del caso Palau y el 3%, quería decir.

Pero, en efecto, gracias a los 77.000 votos que consiguió no llegó a presidenta de la Generalitat.

Hagan la suma: ERC obtuvo 603.000 votos. Junts, 568.000.

Si todos los del PDECAT hubieran pasado a Junts habrían alcanzado los 645.000 y superado a Esquerra.

Suficientemente mancillada ha quedado la institución -y sobre todo la presidencia de la institución- para ver a otro presidenta sentada en el banquillo acusada de prevaricación y falsedad documental.

Con los tres últimos presidenes con problemas judiciales (dos inhabilitados y uno pendiente de rendir cuentas)

Incluso el primer presidente de la Generalitat restaurada, Jordi Pujol, acusado de “asociación ilícita”.

Pero, por supuesto, no es lo mismo enfrentarse a un juicio de corrupción como presidenta suspendida del Parlament -todavía lo es- que como presidenta de la Generalitat y con todos los resortes de poder que ello comporta (TV3, Mossos, adhesiones públicas).

Por eso me temo que el daño hecho al Parlament me temo que es ya irreparable.

Todavía recuerdo a los Mossos rindiéndole honores el día de su elección como marca el protocolo.

Además, continua en el cargo. A ver si alcanza, tras dos años de permanencia, el premio de jubilación correspondiente.

Alba Vergés, de hecho es vicepresidenta primera en funciones de presidenta desde finales de Julio. Como lo ponga por escrito necesitará un rollo de papel de water en vez de una tarjeta.

ERC y Junts no se ponen de acuerdo ni eso.

A pesar de que la interinidad dura desde finales de julio.

Da igual, está tan desprestigiada la cámara catalana que ya no viene de aquí.

Porque lo de Borràs refleja otra cosa todavía más grave.

Que los vacíos de poder, en la historia, son terribles.

Como la generación del proceso quedó arrasada -en la cárcel o huida- llegaron al poder actores secundarios.

¿Quién era ella hace apenas un lustro?

Una profesora universitaria -Jordi Llovet ya explicó sus méritos académicos- que llegó a directdora de la Institució de les Lletres Catalanes.

Puigdemont la dio la alternativa en aquel acto en el Pati dels Tarongers en el 2017 en el que todos los altos cargos de la Generalitat -creo que sólo se escaqueó Albert Batlle, entonces director general de los Mossos- se comprometían a “organizar, convocar y celebrar” el referéndum.

Acojone general. Era una manera de Puigdemont y el resto del Govern de diluir responsabilidades.

Pero ése fue el salto a la fama de Laura Borràs.

Como pueden ver una carrera metórica en apenas cinco años que, ahora, puede acabar abruptamente.

Es ley de vida. En la Bolsa y en la política: lo que sube rápidamente, baja rápidamente.

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12 Comentarios

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#8 Pagador d'Impostos, BCN, Dinamarca del Sud, 23/02/2023 - 13:10

No m'agrada que es mofin del físic d'una persona, "La Geganta" en aquest cas.
És una lladre, manipuladora i populista , però sembla que ser gran sigui un dels seus defectes, i ha molta gent amb tamany gran o petit que son bones persones.

#7 Pere que tomba, BCN, 22/02/2023 - 15:03

Haver nascut Borbó o estat presidenta d'Espanya com Aznar i Gonzàlez, Laura.

#6 Assumpta Pagespetit, Barcelona, 22/02/2023 - 12:31

És l'hora del adeus...

#5 Albert, BCN, 22/02/2023 - 11:11

En Cataluña esta governando una mafia de partidos corruptos, el sueño de Pablo Escobar se ha hecho realidad en Cataluña, la presidenta del Parlament es el ejemplo mas claro, pero todo va asi. Gobiernan para hacerse mas ricos y lo de la independencia es solo para que les sigan votando los bobos de siempre.

#4 Maryloli, Valladolid, 22/02/2023 - 10:03

Ya te lo dije Laurita, ven a Salamanca y aqui con tu condicion de funcionaria del Estado Español no tendrias ningun problema e incluso podrias cobtinuar con tus obsesiones de predicar el odio a los españoles, pues ya sabes que tu suegra siempre te ha recibido con los brazos abiertos, y es que los salmantinos somos asi de acogedores