Hemos vuelto, me temo, a los tiempos de la tribu.
Cuando había ilergetas, cosetanos, layetanos y ausetanos, entre otras (1).
Yo pensaba que Catalunya era una nación, pero no: somos una tribu.
Y aún por civilizar.
Si Henry Stanley estuviese buscando todavía al doctor Livingstone -y esto fuese el continente africano- igual nos encontraría en un claro de la jungla.
Aunque ahora hay dos grandes tribus: indepes y no indepes.
Pero eso es terrible porque los países, para avanzar, necesitan grandes consensos sociales.
Los Estados Unidos fueron capaces de enviar una hombre a la Luna porque había el consenso político y social para asumir los sacrificios económicos que requerían semejante aventura.
Es cierto que se lo podían permitir y, en plena Guerra Fría, el objetivo era joder a los soviéticos. Pero lo hicieron.
En Catalunya, el consenso se ha roto: La mitad de los catalanes -un poco menos- quiere dejar de ser españoles.
La otra mitad no quiere dejar de serlo.
El proceso ha reabierto, pues, viejas heridas que parecían cicatrizadas:
La Biga y la Busca.
Nyerros y cadells.
Liberales y carlistas.
La Catalunya ciudad y la Catalunya comarcas.
La Catalunya litoral y la Catalunya interior
Ya lo decía Vicens Vives al comienzo de su Notícia de Cataluña.
"Nuestra historia -afirmaba- está llena de choques entre montañeses y marineros: recordemos las discrepancias entre los condados de Barcelona y de Urgel, la antipatía de las ciudades del litoral por la aristocracia feudal representada por los condes de Urgel y del Pallars, la división entre los campesinos del llano y de la montaña durante los levantamientos de los remensas, la escisión entre la tranquila Cataluña litoral de los siglos XVI y XVII y la apasionada Cataluña montañesa de los bandoleros, la hostilidad de la Cataluña liberal y la carlista durante todo el siglo pasado".
Con el agravante de que estamos en plena revolución digital.
La cuarta desde la máquina de vapor, la electricidad y la informática.
Y el resto de países no esperaran a que Catalunya sea independiente o a que se ponga las pilas.
Sin ir má lejos, Corea del Sur tiene media docena de multinacionales como Samsung, LG, Fila. Incluso del sector del automóvil: Hyundai, Kia o Daewoo.
Es cierto que es un estado independiente pero salió más tarde de la dictadura -a finales de los 80- y tienen el país dividido por la mitad.
¿Qué tenemos en Catalunya? Pues básicamente tocho y turismo.
Bueno sí, también otros sectores como el farmacéutico, el editorial o la biomedicina.
Pero no hemos sabido innovar ni cambiar el modelo productivo. ¡Una cosa que yo oía desde los tiempos de Pujol!
Hemos estado perdiendo miserablemente el tiempo en objetivos inalcanzables.
Debería ser la primera exigencia a un político: no ofrezcas la Luna si no está a tu alcance.
¡Cuántas energías también malgastadas! Y no sólo durante los últimos ocho años. Llevamos, como mínimo, desde la última legislatura del citado Jordi Pujol.
Lo pagaran, con creces, nuestros hijos pero sobre todo nuestros nietos.
Como dijo David Madí -y era el hombre de confianza de Mas- en un lejano 2007: Catalunya ha iniciado una "dulce decadencia" (3).
Han pasado desde entonces trece años. Y los que nos quedan. Hagan números.
(1) Sacado de Pierre Vilar: “Los ilercavones se centran en el Bajo Ebro, los ilergetas en la llanura de Lérida, los cosetanos en el Camp de Tarragona, los lacetanos en la Cataluña de los altiplanos hasta el Bages, los layetanos en la zona costera comprendida entre Garraf y el Tordera, los ausetanos en la Plana de Vic, los indigetas en el Ampurdán; los sordones han dejado huellas desde el Rosellón hasta el Segre medio, pasando por la Cerdaña, y se conocen hasta los nombres de las tribus de los valles: Andosini (andorranos), Airenosi (araneses); los altiplanos y las cuencas que rodean el Alto Llobregat son dominio de los bergistanos. La región sigue definiéndose, pues, por el número y la variedad de las comarcas.”
En "Cataluña en la España moderna, vol. 1: El medio natural y el medio histórico. El siglo XVIII: Las transformaciones internas". Versión kindle.
(2) Noticia de Cataluña: La obra de referencia para entender la construcción de una identidad por Jaume Vicens Vivesm, versión kindle
(3) David Madí: "Democracia a sang freda", L'Arquer, Barcelona 2007, página 299