Queridos indepes:
Si no os lo dicen vuestros líderes os lo diré yo: el Estado ha derrotado al proceso.
Puede todavía prolongarse. Criticar, berrear, llorar. Pero està dat i beneït.
Sólo hay que ver la reunión de Pedro Sánchez y Quim Torra este jueves en Palau.
Iván Redondo, el cerebro del sanchismo, se ha inventado un documento de 44 puntos.
Artur Mas llevó uno a Rajoy de 23.
Carles Puigdemont otro de 46. El pastisser boig no iba a ser menos.
Torra uno de 21 cuando fue a la Moncloa.
¿Quién da más?
No sé si os habéis dado cuento pero el documento en cuestion se llama “Agenda para el Reencuentro”.
Un reencuentro no es la república ni la independencia ni siquiera la autodeterminación.
Parecía una reconciliación matrimonial. El reencuentro es el que vuelve a casa.
Más allá de vaguedades -“abrir vías de diálogo”, “evitar la judicialización de la política”, “regeneración democrática”- hay poca chicha.
Bueno, sí, anular el juicio a Companys. Debe ser para contentar a Esquerra.
A mí me ha llegado al alma cuando Pedro Sánchez ha ofrecido apoyo para el Mobile, el cambio climático o la lucha contra el machismo.
¡Faltaría más!
Por supuesto ha insistido en varias ocasions en la palabra “diálogo”. Y en que “no va a ser fácil”. Pero que hay que dejar el "cansancio" atrás. Hasta el "hastío".
Lo he dicho siempre: un presidente del Gobierno español -sea del PSOE, del PP, de Vox e incluso de Podemos- no se saldrá nunca de los márgenes marcados por la Constitución y las leyes.
No quiere ni puede.
En todo caso, no hay derrota si el otro contrincante no lo admite.
Y Torra se la ha tragado por toda la escuarda.
Ha empezado dando las gracias al personal de Palau por el recibimiento.
No me extraña. ¡Parecía Donald Trump de visita!
Luego lo de siempre: la amnistía, el fin de la represión, el regreso de los exiliados.
Aunque esto tampoco es la DUI ni la independencia ni la autodeterminación.
Esto es salvar los muebles.
Además, proceso parece a veces un simple ataque de cuernos.
Torra quiere “una relación bilateral”. Marcar paquete.
Y que Cataunya sea considerada “un sujeto político que toma sus propias decisiones”.
Como el presidente de la comunidad de vecinos. También decide si hay que llamar al fontanero o al del ascensor.
“Lo que está en juego es cuanta democracia es capaz de asumir el Estado español”, ha añadido en tono solemne.
No, lo que estaba en juego era la República catalana. Han provocado todo el estropicio para nada.
Los dirigentes independentistas tendrían, pues, dejar de sacar pecho. Y decir la verdad.
Ser recibidos como héroes en el Parlament o en TV3 no ayuda.
Cualquier solución política pasa porque reconozcan al menos el daño causado.
Y, por cierto, incluso TV3 ha empezado a dorar la píldora.
Tras la reunión estaban más suaves que nunca. Toca cambio de tercio.