Voy a decirlo en castellano para que se me entienda: el ministro Wert me cae fatal. A mi, por ejemplo, no se me ocurriría nunca decir -nada menos que en un pleno del Congreso-, que lo que hay que hacer es españolizar a niños catalanes. Entre otras sutilezas que no has ha regalado desde su llegada al cargo.
Parafraseando aquella famosa frase de Dalí sobre Picasso: "usted es español, yo me siento catalán; usted es del PP, yo ni loco; usted es de derechas, yo tampoco". Aunque, tal y cómo está la izquierda, a este paso acabaré hecho un fascista de cojones.
Pero, dicho esto, quiero ser el primero en defenderle a usted en Catalunya exceptuando a sus colegas del PPC. Y aún. De hecho, hoy he leído un artículo del pedagogo Gregorio Luri en El Periódico -creo que apoyó a Rigau en las últimas elecciones- pero muy tibio. Da igual: Nos hemos vuelto todos locos si damos becas con un cinco pelado, incluso un 5,5.
El problema, de hecho, no son las becas, sino la cultura del esfuerzo, que está por el suelo. Y así nos va. En España -en este caso incluyo Catalunya-, la educación está hecha una mierda. Ya me perdonará la expresión.
El otro día me invitaron a defenderle a usted en la televisión del conde de Godó -y ya ve: ni siquiera soy del PP- y salí casi en estado de shock. Me hicieron debatir con dos profesores universitarios que sólo decían chorradas.
Al salir me quedé de piedra al comprobar en google que uno había sido incluso decano de la UPC y el otro está en el Abad Oliba, que es una universidad más de derechas que usted, cosa francamente difícil.
Pero vamos a ver: ¿Cómo vamos a recuperar la cultura del esfuerzo si no premiamos el esfuerzo?. Quizá he entendido de qué va todo el follón cuando, este domingo, he ojeado una entrevista en El País al inventor del sistema de becas.
El sujeto en cuestión, un catedrático de sociología -desde luego Max Weber no era- decía que "exigir el 6,5 es socialmente injusto y políticamente peligroso". Incluso le atribuía a usted haberse dejado llevar "por la furia ideológica del liberalismo".
Pero el catedrático en cuestión había sido asesor de José María Maravall, allá por el 1982. A mi me duele decirlo porque si viviese en Burgos o en Sevilla votaría antes al PSOE que al PP pero -con permiso de Vargas Llosa- la educación en España se jodió cuando entró el progresismo en las aulas.
El progresismo ha hecho un daño terrible a la educación. Ahora ya no nos acordamos, pero los socialistas inventaron aquello del progresa adecuadamente. Y Ángel Gabilondo, antes de irse -o de que lo echaran- todavía lanzó el globo sonda de ampliar la educación obligatoria hasta los 18 años.
Pero si la ESO ha sido un desastre. No se puede obligar a estudiar hasta los 16 a un chico que no quiere. Otra cosa es que la FP sea otro desastre -yo llevo oyendo lo de la reforma de la FP desde que me dedicó al periodismo, de eso hace casi veinte años- pero ampliar la educación obligatoria hasta los 18 era no tocar de peus a terra como se dice en catalán.
Vamos a ser francos: a usted se le tiene ganas también porque es del PP. Me acabé de convencer el día que anunció, proyecto de ley en mano, que iban a aumentar los conciertos a escuelas del Opus que separan niños y niñas.
Yo estoy radicalmente en contra porque España es un estado aconfesional. Desde luego, puede haber escuelas del Opus -yo, que soy agnóstico, no llevaría nunca a mis hijos- pero no recibir subvenciones públicas.
Por eso me quedé de piedra cuando aquí el PSC -e incluso algún medio de comunicación-, lo puso verde. Pero si el PSC hizo lo mismo con la Ley de Educación. ¡Y es del 2009: tiene apenas cuatro años!.
Entonces la pactaron con CiU -de hecho con el sector más carca de Unió, que son de misa- y dejaron de lado a ICV, a pesar de que ambas fuerzas políticas formaban parte del tripartito. ERC, por cierto, también tragó.
En resumen, ministro, le pido que afloje en otras cosas. Como su obsesión con el catalán, por ejemplo. Aunque yo, que votaría sí a la consulta de Mas, ya he escrito en más de una ocasión que deberíamos cargarnos la inmersión lingüística y empezar ya con el inglés. Ya ve, un bicho raro. Así me va.
Pero, con la cultura del esfuerzo, no afloje. O cambiamos el sistema educativo de arriba a abajo o no saldremos de la crisis. Y, tras cambiarlo, necesitaremos al menos veinte años antes no empecemos a notar los primeros resultados.
Vamos con tanto retraso que ya no sé si estamos a tiempo de recuperar el tiempo perdido.
Web personal: http://www.xavierrius.cat/
Twitter: https://twitter.com/xriusenoticies
Facebook: http://www.facebook.com/xriusenoticies

